martes, 14 de agosto de 2012

M debería morir pero no puede. Porque sólo lo que empieza acaba, y entre tú y ella no pasó nada. Te perdió sin darse cuenta, aunque nunca fuiste suya. La Rosenvinge siempre tiene la palabra exacta, y a mí me deja sin. Odio haber dudado de mi musa cuando el único motivo de la huída de la inspiración es que no puede venir cuando no tiene sitio donde quedarse a descansar. Ya te podría haber seguido durante años que jamás te hubiese encontrado. No hay nada que aclarar, no hay nada de lo que hablar. Tan sólo eran recuerdos, recuerdos creados a partir de historias inventadas con personajes reales. Nunca pasó nada. Nunca empezó nada porque no os atrevísteis a escribir más que el título. No entiendo como algo tan intangible pudo llegar a causar tantas esperanzas. Creo que se cierra un capítulo. Ese capítulo que nunca se empezó a escribir y que dura miles de páginas. Recuerda, ante todo nunca pasó nada.