lunes, 24 de octubre de 2011

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Yo soy tú, y me voy. Siempre estás con eso de que hay que vigilar con qué llenamos los vacíos, y últimamente lo haces con lo primero que ves. Quizás es verdad lo que dices, y estás tan mal que necesitas algo para no romperte en mil pedazos y seguir entera. O puede ser que te hayas convertido en una enorme caprichosa durante los últimos meses. O también es posible que esta vez no sea ni un capricho, ni un último recurso delante de la desesperación que tienes por dentro, y ahora sea de verdad. Que lo último que creías que iba a pasar está pasando y no sabes si pensar que está bien o está mal.