sábado, 17 de diciembre de 2011
M siempre espera a que cruces la calle para encenderse el cigarro. Mira por la ventana de su habitación hasta que te mezclas con el infinito, entonces suspira y cierra los ojos y se imagina que te has dejado algo y tienes que volver. Pero nunca te dejas nada, y nunca vuelves. Y M se pasa los días siguientes esperando a que la quieras. Y otra vez vienes, pero te vuelves a ir.
viernes, 2 de diciembre de 2011
jueves, 1 de diciembre de 2011
domingo, 27 de noviembre de 2011
¡Marcello, Marcello! No me dejes así, lo he dado todo, muero por ti.
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